Stanley Kubrick

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Stanley Kubrick (Nueva York, 26 de julio de 1928-Saint Albans, 7 de marzo de 1999) fue un director de cine, guionista, productor y fotógrafo estadounidense. Considerado por muchos como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, Kubrick destacó tanto por su precisión técnica como por la gran estilización de sus películas y su marcado simbolismo. Kubrick fue uno de los directores de cine más influyentes en la historia del cine. Su influencia en el cine contemporáneo es enorme y difícil de definir en su real dimensión. No sólo por la gran cantidad de libros dedicados a su persona y a su trabajo, las compilaciones que lo sitúan entre los más importantes de la historia, así como documentales televisivos sobre su vida y ensayos publicados en diversos medios de comunicación, sino también por los logros fílmicos que alcanzó en vida y el aporte que realizó al statu quo de rol del director dentro la industria cinematográfica.
Kubrick luchó y logró el tan ansiado control total sobre sus películas, con el fin de que su visión fílmica no se viera afectada más que por lo que él entendía como coherencia artística. Sin estudios formales de cine, participó en cada etapa de la producción de una cinta, aprendiendo las técnicas y el oficio, llegando a aportar innovadores procedimientos técnicos (efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces y lentes) y narrativos que le permitieron a la industria en general avanzar varios años. Otro apartado donde fue decisivo fue en el empleo de la banda sonora en las cintas que dirigió, anticipándose a varias tendencias, incorporando tanto la enciclopédica revisión de la música perteneciente a la época en la que se ambientaba la película de turno, así como también emplear los aportes de la electrónica cuando ésta se aplicaba mayormente en el campo experimental. Sus películas no dejaban de incorporar sus propios intereses intelectuales y la reflexiones sobre el hombre y su lucha constante con su entorno, ya sea físico, social, psicológico o metafísico. Su observación del ser humano siempre guardaba una distancia prudente, que en vez de frialdad (como lo tachaban algunos críticos), podría más bien leerse un verdadero interés y abierta curiosidad por entender el proceder del personaje como pieza dentro de un engranaje más complejo que lo puramente cultural. Él busca aquellos códigos dentro de cada ser humano que lo empujan a accionar de una manera en particular, tanto en la intimidad como en la odiseas titánicas que modifican el curso la historia, creando en el proceso imágenes tan sobresalientes y atemporales que se han convertido en parte de la cultura popular. Un tema final podría ser su obsesión con los detalles y la calidad del producto. Pocos directores hicieron de esto un tema mayor: entender el filme como acto de aprendizaje extremo del entorno del personaje, sobre la base de una sólida investigación que llevó, junto a su perfeccionismo, a dilatar sus rodajes y aumentar el aura mítica que proyectaba en la prensa. Además, Kubrick inspiró a directores como Martin Scorsese, Steven Spielberg, James Cameron, Woody Allen, Terry Gilliam, los hermanos Coen, Ridley Scott y George A. Romero. Incluso, Orson Welles comentó: «Entre los que yo llamaría “la generación joven”, Kubrick me parece un gigante»