TEMA Nº7.-BERNARDO CLARAVAL

7.1.-Vida de Bernardo
Bernard de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval (1090 — 1153) fue un monje cisterciense francés y abad de la Claraval.

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Con él, la orden del Císter se expandió por toda Euroa y ocupó el primer plano de la influencia religiosa. Participó en los principales conflictos doctrinales de su época y se implicó en los asuntos importantes de la Iglesia,como:
En el cisma de Anacleto II se movilizó para defender al que fue declarado verdadero papa.
En 1130, el Cisma del antipapa Anacleto lo apartó de la vida monástica en clausura y comenzó una intensa actividad pública en defensa de Inocencio II. Estuvo movilizado de 1130 a 1137 e hizo del abad uno de los políticos más influyentes de su tiempo.
Se opuso al racionalista Pedro Abelardo
Participó en las principales controversias religiosas de su época. Sostenía que el conocimiento de las cienciasprofanas es de escaso valor comparado con el de las ciencias sagradas. Sus sentimientos frente a los dialécticosse revelaron en los enfrentamientos que mantuvo con Gilberto de la Porré y Pedro Abelardo.
Fue el apasionado predicador de la segunda Cruzada.
Bernardo fue un inspirador y organizador de las órdenes militares, creadas para acoger y defender a los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa y para combatir el Islam. Así, tuvo gran influencia en la creación y expansión de la Orden del Temple, redactó sus estatutos e hizo reconocerla en el Concilio de Troyes, en 1128.
Bernardo predicó en el Languedoc en 1145 a los cátaros o albigenses. Años después de la muerte de Bernardo, en 1209, los cátaros fueron declarados herejes, y varios cistercienses se pusieron al frente de la cruzada que reprimió este movimiento.
Sus contribuciones han perfilado la religiosidad cristiana, el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.
La orden cisterciense había sido fundada pocos años antes por Roberto de Molesmes bajo la regla de San Benito. Sólo tenía un monasterio, y por la dureza de la vida que llevaban, tenía pocos miembros.
Cuando a los 23 años, en el año 1113, ingresó como novicio en la orden del Císter, le acompañaban 4 hermanos, un tío y algunos amigos (hasta 30 personas según otras fuentes)
El año 1115, EstebanHarding, el abad de Císter, ante el doble problema de la masiva presencia del clan de los Fontaine y el repentino hacinamiento que habían provocado en su monasterio, decidió enviar a Bernardo a fundar el monasterio de Claraval, una de las primeras fundaciones cistercienses. Fue designado abad del nuevo monasterio, puesto que desempeñó hasta el final de su vida.
El inicio de Claraval fue muy duro. El régimen impuesto por Bernardo era muy austero y afectó su salud. Guillermo de Champeaux debió intervenir, delegado por el capítulo general del Císter, para vigilar la salud de Bernardo suavizando la falta de alimentación y la mortificación implacable que se imponía a sí mismo. Este se vio obligado a dejar la comunidad y trasladarse a una cabaña que le servía de enfermería y donde era atendido por unos curanderos.
A lo largo de su vida fundó 68 monasterios distribuidos por toda Europa. Los inicios fueron lentos. En los 10 primeros años sólo se establecieron tres nuevas fundaciones.
Espiritualmente fue un místico y se le considera uno de los fundadores de la mística medieval. Tuvo una gran influencia en el desarrollo de la devoción a la Virgen María.Seguidor de san Agustin

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En 1153, enfermó del estómago -no retenía la comida y las piernas se le hinchaban-, quedó muy débil y murió.
Sus atributos iconográficos son la pluma, el libro, el perro, el dragón, la colmena y la figura de la Virgen María.
7.2.-Controversia con Pedro Abelardo
Pedro Abelardo, uno de los primeros escolásticos, se había iniciado en la dialéctica y mantenía que se debían buscar «los fundamentos de la fe con similitudes basadas en la razón humana».
Explican los fundamentos de nuestra fe mediante similitudes basadas en la razón humana. Estas nuevas ideas de Pedro Abelardo fueron rechazadas por los que pensaban de forma tradicional, entre ellos el abad. Así en 1139, Guillermo de Saint-Thierry encontró 19 proposiciones supuestamente heréticas de Pedro Abelardo . Bernardo de Claraval las remitió a Roma para que fuesen condenadas. En el sínodo deSens le exigieron a Pedro Abelardo retractarse y al no hacerlo, el papa confirmó al sínodo de Sens y lo condenó por hereje a perpetuo silencio como docente.
Bernardo en carta a Inocencio II (Contra errores Petri Abaelardi), refutó los supuestos errores de Abelardo.
Para Bernardo, la verdad que hay tras la creencia en Dios es un hecho directamente infundido por la divinidad y por lo tanto incuestionable. Contra la pretensión de los racionalistas de que la teología debía apoyarse en pruebas.

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La opinión de Bernardo, acerca del mal empleo que hacía Pedro Abelardo de la razón, se ganó el apoyo de místicos e irracionalistas, que estuvieron de acuerdo con él.
7.3.-El Abad del Císter
A los 23 años, en el año 1113, ingresó en la orden del Císter. Dos años después, Esteban Harding, el abad de Císter, le envió a fundar una de las primeras fundaciones cistercienses, el monasterio de Claraval, del que fue designado abad, puesto que ocupó hasta el final de su vida.
La orden, entonces, estaba en formación. Esteban Harding era el tercer abad que tenía la orden, y en 1119 dotó al Císter de una regla propia, la Carta de caridad, en la que se establecían las normas comunitarias de total pobreza, de obediencia a los obispos y de dedicación al culto divino con dejación de las ciencias profanas.
Bernardo participó personalmente en la formación del espíritu cisterciense y fue el artífice de la gran difusión de la orden cisterciense, pasando del único monasterio cuando ingresó a 343 cuando murió, de los que 168 pertenecían a la filiación de Claraval y 68 fueron fundados por él mismo.
La enorme influencia que alcanzaron los cistercienses se debió a Bernardo que trascendió ampliamente a la orden. Ha sido la figura más destacada de la Orden y es venerado como fundador.
Císter fue una concepción de la vida monástica medieval totalmente distinta a Cluny. La regla cisterciense era, en la práctica, una crítica de la de Cluny. Esta crítica a los cluniacenses, la concretó Bernardo en 1124, en su escrito Apología a Guillermo:
La iglesia relumbra por todas partes, pero los pobres tienen hambre. Los muros de la iglesia están cubiertos de oro, pero los hijos de la iglesia siguen desnudos. Por Dios, ya que no os avergonzáis de tantas estupideces, lamentad al menos tantos gastos.
Apología a Guillermo

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7.4.-Inspirador de la arquitectura cisterciense
Su Apología a Guillermo estableció también los criterios teóricos que luego se emplearían en la construcción de todas las abadías cistercienses. En este escrito, Bernardo criticó duramente la escultura, la pintura, los adornos y las dimensiones excesivas de las Iglesias de los cluniacenses. Partiendo del espíritu cisterciense de pobreza y ascetismo riguroso, llegó a la conclusión de que sus monjes, que habían renunciado a las bondades del mundo, no precisaban de nada de esto para reflexionar en la ley de Dios. La crítica la desplegó sobre dos ejes.
En primer lugar, la pobreza voluntaria: las esculturas y adornos eran un gasto inútil: despilfarran el pan de los pobres.
En segundo lugar, rechazaba también las imágenes porque distraían la atención de los monjes, los apartaban de encontrar a Dios a través de la Escritura.
Cuando, en 1135, tenían unas 90 abadías y aumentaban a un ritmo de 10 nuevas por año, Bernardo debió pensar que la orden estaba consolidada y con un crecimiento desmedido siendo urgente un modelo de abadía que garantizase la uniformidad de laOrden.También debió reflexionar que la orden no podía seguir con las efímeras construcciones de madera y adobe, precisando monasterios en piedra que sirviesen a las generaciones futuras de monjes.

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Ello lo concretó en la construcción en piedra de las dos primeras abadías, Claraval II (a partir de 1135) y Fontenay (comenzada en 1137), que se construyeron de forma simultánea. Él fue el inspirador de ambas construcciones y de sus soluciones formales. Para él, la arquitectura cisterciense debía reflejar el ascetismo y la pobreza absoluta llevada hasta un desposeimiento total que practicaban a diario y que constituía el espíritu del císter. Así terminó definiendo una estética de simplificación y desnudez que pretendía transmitir los ideales de la orden: silencio, contemplación, ascetismo y pobreza.
En 1140, surgió el estilo gótico en la benedictina abadía de san Denis, los cistercienses aceptaron rápidamente algunos conceptos del nuevo estilo.
Al prescindir de todo lo superfluo, el estilo cisterciense consiguió unos espacios desnudos, conceptuales y originales que lo hace plenamente identificable.
Resulta esclarecedor lo que pensaban de él los dos principales artífices de la Reforma Protestante. Martín Lutero dijo que «Bernardo supera a todos los demás Doctores de la Iglesia» y Juan Calvino lo alabó: «El abad Bernardo habla el lenguaje de la misma verdad».

Prólogo del Evangelio de Juan

En el principio existía la Palabra
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
Ella estaba en el principio junto a Dios.
Todo se hizo por ella
y sin ella no se hizo nada
Lo que se hizo en ella era la vida
y la vida era la luz de los hombres,
y la luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la vencieron.

La Palabra era la luz verdadera .
que ilumina a todo hombre
, viniendo a este mundo.
En el mundo estaba,
y el mundo fue hecho por ella,
y el mundo no la conoció.

Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron .
les dio poder de hacerse hijos de Dios,
a los que creen en su nombre;
los cuales no nacieron de sangre,
ni de deseo de carne,
ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios.

Y la Palabra se hizo carne,
y puso su Morada entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria,
gloria que recibe del Padre como Unigénito,
lleno de gracia y de verdad.